Tos de la perrera
La tos de la perrera, es una infección de las vías respiratorias superiores que afecta a los perros. Existen múltiples agentes causales, el más común es la bacteria Bordetella bronchiseptica, seguida del virus de la parainfluenza canina y, en menor medida, el coronavirus canino.
Desde el punto de vista médico no se considera como enfermedad grave, pero sí es muy contagiosa.
Las causas virales y bacterianas de la tos canina se propagan a través de gotitas en el aire producidas por estornudos y tos. Estos agentes también se propagan a través del contacto con superficies contaminadas
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Su síntoma principal es una tos seca y ronca de tipo nervioso, que finaliza en una especie de «arcada» que generalmente produce un esputo de saliva (da la impresión de que el perro tiene alojado algún objeto extraño en la garganta e intenta expulsarlo).
La prevención es mediante la vacunación de adenovirus canino, moquillo, parainfluenza que puede venir incluida en la trivalente, tetravalente o pentavalente y de forma específica la vacunación contra la Bordetella. Existen dos tipos de vacunas que inmunizan contra alguno o varios de los virus y bacteria causantes de la enfermedad:
Vacuna subcutánea: Es menos eficaz que la intranasal y debe ser aplicada al menos 15 días antes de la posible exposición a la enfermedad.
Vacuna intranasal: Es más efectiva que la inyectable ya que estimula de una forma más rápida y correcta la inmunidad frente a la bacteria. Suele ser efectiva a las 72 horas de su implantación.
Ambas deben ser recordadas anualmente. Las vacunas no son procedimientos curativos, por lo que no deben ser aplicadas cuando los animales han contraído la enfermedad. La vacuna no es un preventivo a prueba de fallas. Al igual que la gripe humana, incluso después de recibir la vacuna, un perro puede contraer cepas mutadas o casos menos graves.
Debe saber que la vacuna polivalente NO cubre la tos al completo, esta vacuna sólo incluye la parte vírica pero NO incluye la parte bacteriana. De ahí la necesidad y obligación de esta vacuna, «la específica de la tos».
Otro aspecto es evitar los cambios bruscos de temperatura (tanto en invierno como en verano), así como cuidar la alimentación del animal para mantener el sistema inmunológico y sus defensas naturales en óptimas condiciones.
Si la mascota está vacunada y contrae la enfermedad, la gravedad de sus síntomas y su duración suele ser menor. Si su mascota va a hospedarse en School 4 Dogs, debe estar vacunada de ésta y de las demás enfermedades que pudiera contraer al entrar en contacto con otros perros, por su bienestar y el de las otras mascotas, siendo posible que aun estando vacunado se contagie. Es importante que la vacunación se realice al menos 15 días (vacuna subcutánea) o 72 horas ( vacuna intranasal) antes de la entrada en nuestro centro, para posibilitar la creación de defensas en el organismo del animal. Si sufre una urgencia y tiene que dejar a su mascota de un día para otro, si el plazo de entrada es inferior a 48 horas, se recomienda no vacunar hasta los 15 ó 20 días posteriores a su salida de la residencia, para descartar el contagio que se pudiera haber producido.
En perros de avanzada edad, con sistema inmunodeprimido o cachorros de menos de 6 meses, consulte a su veterinario.